¿Qué le depara el futuro a Latinoamérica? 10 tendencias clave
¿Qué le depara el futuro a Latinoamérica? 10 tendencias clave

¿Qué le depara el futuro a Latinoamérica? 10 tendencias clave

Latinoamérica y el Mundo 2030: IA, Energía, Agricultura, Espacio y Tecnología que Redefinirán Nuestro Futuro


Inteligencia Artificial (IA) en crecimiento

La Inteligencia Artificial avanza a gran velocidad en América Latina. A nivel regional se impulsa incluso un modelo propio: Chile lidera la creación de LatamGPT, un modelo de IA entrenado con datos de Latinoamérica que será lanzado a mediados de 2025. Esta iniciativa busca reflejar la diversidad cultural y lingüística de la región en la IA, a diferencia de modelos globales cerrados. En paralelo, las empresas latinas están adoptando masivamente la IA. Un estudio de NTT Data/MIT Technology Review reporta que el 86% de las empresas en América Latina ya exploran o usan IA generativa, y el 90% prevé un impacto “revolucionario” en sus negocios. Las pymes también la incorporan: según una encuesta de Microsoft, el 54% de las PyMEs en las Américas ya utiliza alguna forma de IA, y el 49% ha comenzado a implementar IA generativa.

Estos avances están transformando sectores clave. La IA mejora la eficiencia operativa (+54%) y la productividad (+51%) de las empresas latinoamericanas, y se aplica en áreas como marketing, diseño y servicio al cliente. No obstante, persisten desafíos: la falta de talento especializado es mencionada por el 44% de las compañías como obstáculo para expandir la IA, lo que se enfrenta con programas de formación. En resumen, la región pasa de la era digital a la era de la IA, convirtiendo esta tecnología en un pilar estratégico para el crecimiento empresarial.

Mapa de los unicornios de Latinoamérica (principios de 2025). América Latina ya alberga varias startups tipo “unicornio” (valoradas en +US$1.000 millones); por ejemplo, Argentina lidera la región en unicornios per cápita, y Chile destaca por la mayor densidad de startups de alto valor.

Pagos digitales, FinTech y Cripto

La revolución de los pagos digitales impulsa una nueva era financiera en Latinoamérica. Sistemas innovadores como Pix en Brasil (lanzado en 2020) y Mercado Pago en México están creciendo exponencialmente, facilitando transacciones inmediatas sin intermediarios costosos. Se proyecta que en 2025 Pix representará el 44% de los pagos en línea en Brasil, superando a las tarjetas de crédito. México, donde el efectivo era dominante, ya muestra cambios rápidos: Mercado Pago aumentó sus ingresos en 30,7% en 2024 (387 millones USD en un trimestre) y otorgó más de 1,5 millones de créditos a pymes.

Este auge responde a varios factores clave:

  • Expansión de la conectividad: se prevé que en 2025 el 78% de la población de la región tendrá smartphone, lo que amplía el acceso a servicios financieros digitales.
  • Crecimiento de las fintech: el número de empresas fintech en Latinoamérica creció un 66% desde 2017, con Brasil y México como centros principales.
  • Regulación favorable: muchos gobiernos han adaptado normativas que fomentan la inclusión financiera digital.
  • Cambio cultural: tras la pandemia, consumidores y comercios adoptaron pagos electrónicos por conveniencia y seguridad.

Además, las criptomonedas ganan terreno como alternativa de pago o inversión. En países con alta inflación (Argentina, Venezuela), crece el uso de criptoactivos para preservar valor. Plataformas locales como Bitso y Ripio ya permiten compras cotidianas con bitcoin y otras monedas digitales. En conjunto, la industria de pagos digitales en Latinoamérica proyecta una tasa de crecimiento anual del 7% en los próximos años, superando el 5% global. Las predicciones sugieren que el efectivo podría volverse obsoleto en la región en el mediano plazo.

Energías renovables y sostenibilidad

América Latina cuenta con un enorme potencial en energías limpias. En 2024, la región generó aproximadamente el 17% de su electricidad a partir de fuentes eólica y solar, por encima del promedio mundial (15%). Además, la fuerte presencia de la energía hidroeléctrica (41% de la matriz) y el crecimiento de la bioenergía (4% vs 2% global) hacen que Latinoamérica solo contribuya con el 5% de las emisiones energéticas mundiales. En la Agenda 2030, casi la mitad de los países latinoamericanos (incluyendo Brasil, Chile, Costa Rica, Colombia) se han comprometido a alcanzar emisiones netas cero para 2050. Cumplir esas metas requerirá cuadruplicar la inversión anual en tecnologías limpias entre 2026 y 2030 respecto a la década previa.

En este contexto, surge el climatech: tecnología para combatir el cambio climático. Startups regionales desarrollan soluciones innovadoras. Por ejemplo, Kilimo usa IA para optimizar el uso de agua en la agricultura (analiza datos meteorológicos y cultivos para sugerir regadíos más eficientes). Suncast, por su parte, predice la generación de paneles solares y parques eólicos, ayudando a reducir costos operativos de la energía limpia. Estas innovaciones están diseñadas pensando en ecosistemas frágiles y comunidades con pocos recursos, lo que las hace valiosas incluso a nivel global.

Latinoamérica tiene además ventajas únicas: cuenta con la mayor cantidad de biodiversidad y agua dulce del planeta, y una posición geopolítica neutral que facilita la colaboración internacional. Como señala un vocero del Foro Económico Mundial, la región está “bien posicionada” para liderar la transición hacia una economía más verde gracias a sus fuentes de energía renovable y su sector agrícola exportador. En resumen, el impulso de renovables y climate tech promete contribuir a un desarrollo sustentable tanto en la región como en el resto del mundo.

Agricultura tecnológica y cambio climático

La revolución tecnológica agrícola ya está transformando el campo latinoamericano. Tradicionalmente de baja innovación, el sector agropecuario de la región incorporó en las últimas décadas tecnologías avanzadas que han cambiado la manera de producir alimentos. Mejores semillas, gestión de cultivos asistida por datos satelitales y técnicas de agricultura de precisión han aumentado la productividad y permitido un mejor aprovechamiento de la tierra. Esto no solo mejora la seguridad alimentaria, sino que también reduce el impacto ambiental al hacer más eficiente el uso de insumos (agua, fertilizantes, pesticidas).

La apuesta por la tecnología en el agro adquiere aún más sentido frente al cambio climático. Latinoamérica es particularmente vulnerable (sequías, inundaciones, deforestación), pero también protagoniza soluciones locales. Por ejemplo, plataformas digitales ayudan a pequeños productores a acceder a pronósticos del tiempo, financiamiento y mercados internacionales. Otras iniciativas basadas en IoT y drones monitorean la salud de los cultivos en tiempo real. Así, la convergencia entre agricultura y clima genera un ciclo virtuoso: los países latinoamericanos pueden aprovechar su riqueza natural (selvas, diversidad biológica) mientras fomentan prácticas agrícolas sostenibles. En el futuro, se espera que los sistemas agritech continúen expandiéndose, reforzando la resiliencia rural ante condiciones extremas del clima.

Conectividad móvil y 5G

La infraestructura digital está evolucionando en la región. Un reporte de Ericsson indica que en Latinoamérica el tráfico móvil creció un 25% interanual en el primer trimestre de 2025, impulsado por videos, redes sociales y comercio móvil. Hoy el usuario promedio consume 14 GB al mes por smartphone (frente a 24 GB global); este consumo podría superar los 46 GB mensuales hacia 2030. Además, el 80% de las suscripciones móviles ya están asociadas a smartphones, nivel muy alto en comparación con otras regiones, lo que facilita la adopción de servicios digitales (videollamadas, educación en línea, aplicaciones de salud y pagos móviles).

En cuanto a 5G, América Latina va rezagada respecto a Asia o Norteamérica. Actualmente el 77% de las conexiones en la región son 4G/LTE y solo el 7% están en 5G. Sin embargo, se espera una rápida expansión: para 2030 se proyecta que el 52% de las suscripciones latinoamericanas serán 5G, similar a la tendencia global (hacia 2030 habrá más de 5.500 millones de subscripciones 5G en el mundo). Países como Brasil, México, Chile y Colombia ya lanzaron redes 5G urbanas, mientras otras naciones adelantan licitaciones de espectro e incentivos. En el resto del mundo, regiones como Asia-Pacífico (China, Corea del Sur, Japón) y América del Norte lideran el despliegue de 5G, pero América Latina acelerará en los próximos años gracias a nuevos dispositivos 5G de gama media y alianzas público-privadas para infraestructura.

Movilidad eléctrica

La electromovilidad avanza en Latinoamérica, aunque parte de bases bajas. A mediados de 2024 circulaban apenas 249.079 vehículos eléctricos ligeros en la región (0,3% del parque total). No obstante, la adopción está creciendo rápido gracias a la reducción de precios de las baterías, incentivos fiscales y mayor oferta de modelos. Por ejemplo, en 2024 las ventas de vehículos eléctricos aumentaron un 480,6% en Chile (en septiembre) y un 85,3% en Colombia (enero-septiembre). También registran avances Costa Rica, Paraguay y México con números históricos de EVs e híbridos.

Para 2025 se anticipan otras tendencias: mayor autonomía de baterías (un Tesla Model S Long Range ya puede recorrer 650 km por carga), mayor variedad de modelos y precios (desde autos compactos a camionetas eléctricas), e inversiones en infraestructura de carga rápida. Una red de cargadores rápidos (DCFC) eficiente será clave para aliviar la “ansiedad por autonomía”. Aunque el crecimiento de infraestructura EV es más lento en la región que en mercados desarrollados, iniciativas privadas (por ejemplo, empresas que instalan cargadores en México y Centroamérica) están expandiendo la red de carga para satisfacer la demanda creciente. El impulso a los vehículos eléctricos no solo reduce emisiones urbanas, sino que también dinamiza sectores industriales (fabricantes de baterías, redes eléctricas inteligentes) y genera empleos verdes.

Ciudades inteligentes e IoT

Las ciudades inteligentes latinoamericanas empiezan a integrar tecnología y sostenibilidad urbana. Gobiernos y empresas invierten en soluciones digitales para enfrentar desafíos de movilidad, contaminación y desigualdad. Ejemplos destacados incluyen el sistema de buses articulados de Curitiba (Brasil) o el teleférico de Medellín (Colombia) que mejoró la conectividad en barrios altos. Otras ciudades (CDMX, Santiago) han modernizado alumbrado público con LED y ampliado flotas de transporte público eléctrico, reduciendo consumo energético y emisiones.

En estas metrópolis se aplican tecnologías como:

  • Redes de sensores y Big Data: sensorizan el aire, el tráfico y la gestión de residuos para optimizar recursos.
  • Edificios inteligentes: incluyen sistemas de eficiencia energética, automatización y energías renovables en oficinas y viviendas.
  • IoT y 5G: permiten conectar miles de dispositivos (semáforos, cámaras, medidores), gestionando la infraestructura urbana en tiempo real.
  • Energías renovables urbanas: integración de paneles solares o pequeñas turbinas eólicas en entornos metropolitanos para disminuir la dependencia de combustibles fósiles.

De esta forma, Latinoamérica busca equilibrar crecimiento económico con protección ambiental en sus ciudades. En iniciativas públicas y privadas se promueven alianzas (APP), regulaciones verdes y participación ciudadana digital para asegurar que la innovación urbana beneficie a todos. Por ejemplo, México es el segundo mercado de ciudades inteligentes más grande de la región y se ubica tercero en el índice de gobierno digital de la ONU, reflejando un sólido compromiso institucional con la transformación digital urbana.


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